
Desconexión digital: cómo incorporarla a tu vida
La compasión es una actitud imprescindible para afrontar situaciones difíciles en la vida sin venirnos abajo ni hacernos más daño del necesario.
Hylé Psicología – Psicoterapeutas y Psicólogos en Barcelona
C/ del Rosselló, 443, Entlo. 6ª
· 08025 · Barcelona · 668 880 732
Inicio » Blog » Psicología cotidiana » Crisis personales: cuando toca hacer balance
A lo largo de la vida de un ser humano hay ciertos momentos en que nos encontramos ante una situación en la que se avecina – o se precipita – algún cambio importante, al que nos solemos referir como crisis personales. Además de aquellas que se consideran cíclicas y que están influidas tanto por la biología como por la norma social, que podríamos llamar las transiciones de etapa evolutiva – el paso a la vida adulta, la llegada o no de los hijos, la crisis de los cuarenta, etcétera -, están los que marca la particular biografía de cada persona.
No son obligatorias, ni todos atravesamos las mismas crisis, como se tendía a pensar antiguamente, pero nadie se escapa de verse ante una encrucijada vital, ya venga impuesta por un acontecimiento inesperado y desagradable o sea un proceso gestado largo tiempo. Estos momentos de paso de una etapa vital a otra diferente se caracterizan por la aparición de malestar psicológico – sobre todo de tipo emocional – más o menos acusado, tensiones internas provocadas por un exceso de rumiación mental y siendo más específico, una sensación de bloqueo, impotencia y confusión. Cuando nos encontramos en ese punto en que el malestar se hace tan evidente que no podemos ignorarlo – aunque hay quien hace titánicos esfuerzos para no escucharlo -, incluso pueden aparecer somatizaciones: nuestro cuerpo nos indica que hay un asunto pendiente que es urgente que atendamos.
En el fondo, en cada tránsito o crisis personal hay dos procesos paralelos e inseparables: uno, el de afrontar la pérdida de aquello que necesitamos soltar, y el otro, el de buscar nuevos caminos futuros. El primero suele estar presidido por la tristeza – no deja de ser un duelo – y la frustración por vernos en este trance, que se traduce en irritabilidad. En el segundo el protagonista es el comprensible miedo a la incertidumbre pues, aunque tengamos cierta intuición o idea de por dónde queremos avanzar, no hay ninguna garantía de que conseguiremos lo que deseamos. Si además no hemos indagado demasiado en qué necesidades no hemos cubierto con la situación que tenemos ni cómo vamos a hacerlo, la ansiedad se puede disparar a niveles bastante elevados. Súmese a todo esto la impotencia que nos genera la sensación de pérdida del control de la situación, y si el cambio viene desde fuera – mi pareja me ha dejado, me han despedido del trabajo inesperadamente – esta impresión se agrava.
Tanto si hemos terminado los estudios y ahora tenemos dudas sobre por dónde tirar, si hemos sufrido una ruptura de una relación larga, o si nuestros hijos se han emancipado y nos hemos quedado solos en casa, nos vemos abocados a hacer balance de cómo nos ha ido hasta ahora. No solo nos va a permitir valorar la experiencia vivida que dejaremos atrás, con toda la tristeza y nostalgia que conlleva, sino que de esta valoración es de donde se obtienen las claves de nuestro rumbo futuro: qué creemos que nos ha fallado, qué nos falta o nos sobra en este momento de la vida, cuál ha sido la evolución propia nos ha llevado hasta este punto, qué recursos tenemos para hacer frente a un imprevisto y de qué alternativas disponemos para manejar el nuevo escenario y evitar así crisis personales.
Este análisis se suele realizar mientras además tratamos de lidiar con el comprensible desbordamiento emocional, en el que no es raro que aparezcan sentimientos de culpa al decidir desprendernos de parte de nuestro presente o de ansiedad existencial cuando abordamos el futuro inmediato. Y es que este tipo de dilemas parten de una paradoja vital: sabemos perfectamente cuantificar la pérdida, porque conocemos nuestra situación actual, pero no tenemos ni idea de qué ganaremos con el cambio, más allá de posibles hipótesis. Una especie de “salto de fe” sin garantías de éxito, pero que es necesaria para evolucionar hacia futuras situaciones más o menos estables. Cambiamos certezas por posibilidades, y esto asusta.
Aquí es importante hacer una precisión, ya que la corriente de positividad representada por el mundo del coaching y la psicología positiva amenaza con esconder una realidad incómoda: no todas las transiciones y las crisis vitales son a una etapa mejor, más feliz y plena. De hecho, de las que nos vienen impuestas por azar – porque el azar es el factor más determinante de nuestra existencia -, la estadística nos dice que la probabilidad de empeorar es la mitad. E incluso algunas evolutivas relacionadas con nuestra biología; por ejemplo, cuando aparecen los primeros achaques y limitaciones fisiológicas producto de la edad. O uno de los momentos de crisis personal para no pocas mujeres es el que ocurre cuando se despiden de su capacidad de ser madres. Por no hablar de la pérdida de un ser querido.
Huelga decir que estas readaptaciones son las más difíciles, en las que es imprescindible cultivar una actitud de tipo estoico, minimizar el impacto negativo en la medida de nuestras posibilidades y aceptar la nueva situación, recordando aquella máxima de Heráclito de que “todo fluye y nada permanece”, para esperar un nuevo giro de los acontecimientos: en algún momento nos veremos ante cambios de otra naturaleza que puedan paliar la situación.
Hacer balance para superar una crisis personal no solo implica atravesar el duelo por lo que dejamos, valorando aquello que nos ha aportado, rescatando aquello que nos deja en cuanto a experiencia e identificando los aprendizajes que nuestros errores nos señalaron. También una reflexión de si nuestra vida va por el camino que querríamos, si renunciamos o abandonamos algún proyecto o meta importante, si nos hemos dejado llevar – mucho más frecuente de lo que nos gusta reconocer -, y en ese caso, qué vamos a hacer para tratar de remediarlo. Es decir, un fuerte componente de autocrítica que no es fácil ni agradable de experimentar; en algún caso va a suponer la renuncia definitiva a algún camino que nos habíamos planteado y una aceptación de limitaciones o de la mala fortuna. Pero también pueden resultar, contando con ayuda profesional si nos vemos muy atascados, puntos de inflexión hacia un estilo más auténtico o trayectorias nuevas que no habríamos contemplado en otro caso.
Artículos relacionados

La compasión es una actitud imprescindible para afrontar situaciones difíciles en la vida sin venirnos abajo ni hacernos más daño del necesario.

La compasión es una actitud imprescindible para afrontar situaciones difíciles en la vida sin venirnos abajo ni hacernos más daño del necesario.

Cuando nos hablan de comunicación en la pareja, en pocas ocasiones nos indican cómo hacer que sea efectiva y aprender a negociar con conflictos
Send us your query and we will respond as soon as possible.
* Required field
Basic information about data protection.
Especialitats: Infantil, Adolescència, Persones Expatriades, Teràpia Individual i de Parella
Psicòloga clínica especialitzada en infància, adolescència i adultesa. Utilitza enfocaments terapèutics que combinen TCC (Teràpia Cognitiu Conductual), ACT (Teràpia d’Acceptació i Compromís) i DBT (Teràpia Dialèctic-Conductual), adaptant-los a cada pacient i al seu entorn familiar. Actualment cursa un doctorat en Psicologia Clínica i de la Salut a la Universitat Autònoma de Barcelona i s’està formant en teràpia familiar sistèmica. Posseeix màsters en Neuropsiquiatria Infantil i en Psicologia Clínica i de la Salut, a més de certificacions en trauma, aferrament, prevenció del suïcidi, DBT, ACT i neuropsicologia. Compte amb un domini nadiu de l’anglès, la qual cosa la converteix en una referència en el treball clínic i acadèmic en aquest idioma.
Especialidades: Infantil, Adolescencia, Personas Expatriadas, Terapia de Pareja y Familiar
Psicóloga clínica especializada en infancia, adolescencia y adultez. Utiliza enfoques terapéuticos que combinan TCC (Terapia Cognitivo Conductual), ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso) y DBT (Terapia Dialéctico-Conductual), adaptándolos a cada paciente y su entorno familiar. Actualmente cursa un doctorado en Psicología Clínica y de la Salud en la Universidad Autónoma de Barcelona y se está formando en terapia familiar sistémica. Posee másteres en Neuropsiquiatría Infantil y en Psicología Clínica y de la Salud, además de certificaciones en trauma, apego, prevención del suicidio, DBT, ACT y neuropsicología. Cuenta con un dominio nativo del inglés, lo que la convierte en una referencia en el trabajo clínico y académico en este idioma.
Especialidades: Ansiedad, depresión, TOC, trastornos de personalidad
![]()
Psicóloga (Colegiada COPC nº 30079) y psicoterapeuta especializada en el ámbito clínico. Máster en Psicología Clínica en la Universidad de Utrecht en los Países Bajos. He vivido en Holanda 3 años, durante los cuales estudié el máster y trabajé como psicóloga en la Clínica Privada Ravellaan, proporcionando psicoterapia en inglés, español y catalán. Experiencia con ansiedad, depresión, trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y trastornos de la personalidad (TOC y trastorno límite). En mi tesis del máster investigué sobre trauma y rituales colectivos, y su posible implicación en la reactivación del trastorno por estrés post-traumático y de los procesos de duelo en individuos de la primera y tercera generación desde la Segunda Guerra Mundial. Atiendo en modalidad presencial y online.
Estudié Psicología para poder acompañar a las personas en la mejora de su bienestar y en su proceso de crecimiento personal. Psicóloga colegiada por el COPC (nº 30.030) y licenciada en Criminología (UB, 2015). En el ámbito de la psicología clínica, tengo formación en técnicas de relajación para tratar bloqueos y traumas, en herramientas de intervención terapéutica con niños y adolescentes con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y un máster en Intervención psicológica en niños y adolescentes. Para ampliar mis conocimientos en el campo de la psicología forense, realicé un curso de Especialización en Entrevista Psicológica en casos de maltrato y abuso sexual infanto-juvenil. Atiendo en modalidad presencial y online.
Especialidades: Terapia sexual, terapia de pareja, adolescentes
![]()
Psicólogo General Sanitario (colegiado COPC nº 21.430) y psicoterapeuta. Máster en Psicoterapia Humanista Integradora (Instituto Erich Fromm, 2015). Postgrado como especialista en Terapia Sexual y de Pareja (UB, 2018). Curso un doctorado en Psicología y Salud por la UOC sobre relaciones a través de aplicaciones de citas. Amplia experiencia como terapeuta individual y de pareja, especializado en ansiedad, relaciones de pareja y terapia con adolescentes. Colaboro con diversas entidades como formador y docente. Tutor de prácticas de estudiantes de Psicología (UNED, UOC) y de diversos Masters (UB, ISEP). Profesor colaborador del Grado de Psicología en la UOC. Ingeniero superior de Telecomunicaciones, con 20 años de experiencia profesional como consultor de proyectos IT. He publicado un libro sobre psicología, «Esto es normal», con Plataforma Editorial. Atiendo en modalidad presencial y online.
Mándanos tu consulta y te responderemos
a la mayor brevedad posible
* Campo requerido
Información básica sobre protección de datos.